CAMPAMENTO DE EQUITACION

 Bienvenidos a un nuevo capitulo en mi vida!
Esta vez les quiero contar de mis cinco dias en un campamento femenino de equitación.
Fue muy espontáneo pero fue una de las mejores sorpresas que me pasaron.
El campamento se llama Müllers Hoff Islandpferde, entre Hamburg y Bremen. El viaje fue relativamente largo, después de 3:30 manejando llegamos, una linda casa típicas del norte de Alemania, con árboles teñidos de otoño, un establo grande y ordenado, los córrales de los caballos y nuestras habitaciones.

Una de mis mas grandes procupaciones en este punto de mi intercambio es el idioma, pero decidí que no me voy a dejar bajonear por esto. 

Todo comenzó con una ronda de presentación, todo en Alemán naturalmente, yo me congelé de los nervios pero pude presentarme y también me ayudaron a explicar mi situación. Habían muchas chicas, a parte de mi host hermana y su amiga, que me ayudaron en la tradición que hicieron de mi estadía mucho más fácil y agradable.

Vas día comenzamos con el desayuno. Después se nos asigna un caballo en específico y nos explicaban los pasó para limpiarlos y arreglarlos con la montura y más. Yo, por coincidencia siempre tuve a Landi, un corcel blanco muy bien donado y muy noble. Realmente sentí una conexión muy grande con el.
Después de nuestras actividades con los caballos teníamos que limpiar el establo y alimentarlos. Cada noche había una actividad y finalmente nos acostamos a dormir, en mi cabaña dormíamos 8 chicas con las que me llevé muy bien y con quien aún tengo contacto.

En el campamento aprendí a limpiar a los caballos, a colocar bien la montura y la cabezada, galopar y trotar, a arrear 30 caballos a la vez y a conectar con los caballos.

Landi 

Uno de los días, el que más me marcó fue el 3r día, nuestro trabajo era preparar a nuestros caballos para salir a una caminata, yo había puesto la montura sin ayuda. Cuando estuve a punto de montarlo Landi se movió, algo que nunca hacía al momento de montarlo, me sorprendió pero volví a intentar montarme en el pero esta vez pisé en la taraba y la montura se descolocó y me caí. Yo entendí que Landi me estaba advirtiendo de mi error al poner la montura y por eso se movió.
Después de pedir ayuda, comenzamos nuestra cabalgata, 2:30 horas cabalgando por el bosque junto a Landi me di cuenta de muchas cosas; primero que estoy sola o por lo menos no tengo a mi familia conmigo, segundo que mucho depende de mi misma (no de un príncipe de cuentos de hadas que cabalga en un corcel blanco para salvar a la frágil damisela) si yo bo hago nada, nada va a pasar y por último me llene de alegría al saber que ahora estoy haciendo mis propios lasos, mis propias experiencias.

El campamento siempre se termina con una presentación de una danza. Los últimos 3 días pasamos practicando nuestra coreografía, primero solo los humanos y luego junto a los caballos.
La coreografía empieza con una entrada de cada jinete con su caballo, estos dan una vuelta al escenario con el la especialidad del caballo, en nuestro caso galopamos.
Después de que todos dieron su vuelta, los caballos se forman en posición y comienza la coreografía, a trote, damos vueltas, nos entrecruzamos, curvamos hasta llegar nuevamente a formación . Nuestra salida fue nuevamente dando uno por uno la vuelta al escenario a galope y saludando al público.

Cuanto no me llevo de esta linda experiencia, conocimientos, amigas, crecimiento personal y un gran respeto hacia los caballos.
Me divertí muchísimo.

Hasta otra aventura!
Bist dann ✨