キンバリー・チートルが逮捕される

キンバリー・チートルが逮捕される
マイケル・バクスター著 - 2024年7月23日

米陸軍犯罪捜査部（CID）の捜査官が、トランプ大統領の暗殺未遂を防げなかったことへの怒りで辞任したキンバリー・チートル前シークレットサービス長官を1時間も経たないうちに逮捕したと、ホワイトハット筋がリアル・ロー・ニュースに語った。

しかし、それだけではない。 ホワイトハットの主張によれば、チートルは運命の集会の前日、トランプ大統領の警護部隊に制限的な交戦規則を課し、発砲された場合、あるいはトランプ大統領のように警護対象者がすでに攻撃を受けている場合（耳を撃たれたような場合）にのみ発砲するよう指示したという。

彼女の突然の命令は、大統領や元大統領の安全をあらゆる手段で確保するという、同庁の長年の指令と相反するものだった。 ペンシルベニア州バトラーでの集会の前、この不変の指令は1901年のシークレット・サービス創設以来続いていた。

犯人とされるトーマス・クルックスが発砲する前に、法執行機関がトーマス・クルックスを観察していたかどうかをめぐって激しい議論が巻き起こっているが、集会参加者と現場の法執行機関は、彼が測距儀を持って警備境界線に入るのを目撃したことを認めている。 奇妙なことに、少なくとも1人のシークレット・サービス捜査官は、彼を拘留するほど疑わしいとは思わなかった。

しかし、クルックスが本当に銃撃犯だったのか、単独犯だったのかは、この記事の範囲を超えている。

肝心なのは、チートルがプロトコルを捻じ曲げ、トランプ大統領を危険にさらし、トランプを正当な大統領と認識しているシークレットサービスのエージェントたちから疑念を抱かせたということだ。

情報筋によれば、ホワイトハットは、ペンシルベニア州の選挙集会で3人のシークレットサービス捜査官へのインタビューを通じて、チートルの新しい命令を知ったという。 彼らの証言には、「発砲を控えるように言われた」、「トランプは裏切り者だと言われた」、「発砲の代わりに交渉を試みる」といったフレーズが含まれているという。

リアル・ロー・ニュースは、これらの宣誓証言の実際のコピーを待っている。

ホワイトハット、特にスミス将軍は、彼らの証言が十分に信頼に足ると判断し、チートルの軍用逮捕状を発行したが、彼は魔女が事件について何を言うかを聞きたかったので、彼女が議会で証言した後まで作戦を延期していた。

予想通り、チートルは質問をはぐらかし、曖昧に、回りくどく、あるいは全く答えなかった。

火曜の朝、彼女の辞任は、彼女が全身全霊でその地位にしがみつくだろうと予想していたホワイトハットを驚かせた。

しかし、チートルが荷物を片付けていたDC本部のすぐ北、11番街を彼女と2人のシークレット・サービス捜査官が走っていたセダンの前後に、CIDを乗せた3台のSUVが割り込んだ瞬間、かつての活力は彼女の体から消え去った。 シークレット・サービスの捜査官たちはすぐに車を降り、サイドアームを下ろし、チートルに何が起こっても関わりたくないと言った。

「彼女はあなたのものです」と彼らはCIDに言った。「我々はこの混乱に関与していない」。

CIDは特定の捜査官に不利な証拠を持っていなかったので、泣くチートルをSUVの後部座席に押し込む前に、彼らをそのまま釈放した。

我々の情報筋によれば、ホワイトハットはチートルを無期限に拘留するのに十分な証拠を持っているが、裁判を受けるために彼女をGITMOに付き添わせる前に立件を強化するつもりだという。

「まだ多くの未解決の問題がある」と情報筋は言う。

スペイン語訳：
¡Kimberly Cheatle Arrestada!
Por Michael Baxter - 23 de julio de 2024

Agentes de la División de Investigación Criminal (CID) del Ejército de Estados Unidos arrestaron a la ex directora del Servicio Secreto Kimberly Cheatle menos de una hora después de que dimitiera en medio de la ira por no haber impedido el intento de asesinato del presidente Trump, según informaron fuentes de Sombrero Blanco a Real Raw News.

Pero hay más. Los Sombreros Blancos afirman que Cheatle impuso reglas de enfrentamiento restrictivas al protectorado de Trump un día antes del fatídico mitin, dándoles instrucciones de disparar sólo si les disparaban o si un protegido, como el presidente Trump, ya estaba siendo atacado, como recibir un disparo en la oreja.

Sus repentinas órdenes entraron en conflicto con la directiva de larga data de la agencia para garantizar la seguridad de los presidentes y ex presidentes por todos y cada uno de los medios necesarios. Antes del mitin de Butler, Pensilvania, esa directiva inmutable había estado en vigor desde la fundación del Servicio Secreto en 1901.

Aunque se han suscitado acalorados debates sobre si las fuerzas del orden observaron a Thomas Crooks, el presunto tirador, antes de que abriera fuego, los asistentes al mitin y las fuerzas del orden presentes en el lugar admitieron haberle visto entrar en el perímetro de seguridad con un telémetro. Curiosamente, al menos un agente del Servicio Secreto no lo consideró lo suficientemente sospechoso como para detenerlo.

Pero si Crooks era realmente el pistolero o trabajaba solo queda fuera del alcance de este artículo.

Lo esencial es que Cheatle torció el protocolo y puso en peligro al presidente Trump, generando sospechas entre los agentes del Servicio Secreto que siguen reconociendo a Trump como el legítimo POTUS.

Nuestra fuente dijo que los Sombreros Blancos se enteraron de las nuevas órdenes de Cheatle a través de entrevistas con tres agentes del Servicio Secreto en el mitin de campaña de Pensilvania. Sus deposiciones supuestamente incluyeron frases como "nos dijeron que no disparáramos", "nos dijeron que Trump es un traidor" e "intentar negociar en lugar de disparar".

Real Raw News está esperando copias reales de esas deposiciones.

Los Sombreros Blancos, especialmente el general Smith, habían considerado su testimonio lo suficientemente digno de confianza como para emitir una orden de arresto militar contra Cheatle, pero él había pospuesto la operación hasta después de que ella testificara ante el Congreso, ya que quería escuchar lo que la bruja tenía que decir sobre el incidente.

Como era de esperar, Cheatle desvió las preguntas, respondiendo de forma nebulosa, tortuosa o no respondiendo en absoluto, en un intento desesperado por salvar su puesto.

Su dimisión el martes por la mañana sorprendió a los Sombreros Blancos, que esperaban que se aferrara a su puesto con todas sus fuerzas.

Pero todo el vigor que alguna vez tuvo huyó de su cuerpo en el momento en que tres todoterrenos del CID se detuvieron delante y detrás del sedán que ella y dos agentes del Servicio Secreto conducían por la calle 11, justo al norte de la sede del Servicio en D.C., donde Cheatle había estado recogiendo sus pertenencias. Los agentes del Servicio Secreto salieron inmediatamente del vehículo, soltaron sus armas y dijeron que no querían tomar parte en lo que pudiera ocurrirle a Cheatle.

"Es toda suya", dijeron al CID. "No estamos implicados en este lío".

Como el CID no tenía pruebas contra esos agentes en concreto, los soltaron sin ser molestados antes de meter a un lloroso Cheatle en el asiento trasero de un todoterreno.

Según nuestra fuente, los Sombreros Blancos tienen pruebas suficientes para detener a Cheatle indefinidamente, pero reforzarán su caso antes de acompañarla a GITMO para ser juzgada.

"Aún quedan muchas preguntas sin respuesta", dijo nuestra fuente.

原文：
Kimberly Cheatle Arrested!
By Michael Baxter - July 23, 2024

U.S. Army Criminal Investigation Division (CID) agents arrested former Secret Service Director Kimberly Cheatle less than an hour after she resigned amid wrath over her failure to prevent the assassination attempt on President Trump’s life, White Hat sources told Real Raw News.

But there’s more to it. White Hats claim that Cheatle imposed restrictive rules of engagement on Trump’s protectorate a day before the fateful rally, instructing them to fire only if fired upon or if a protectee, like President Trump, was already under attack, like getting shot in the ear.

Her sudden orders conflicted with the agency’s longstanding directive to ensure the safety of presidents and former presidents by any and all means necessary. Prior to the Butler, Pennsylvania, rally, that immutable directive had been in place since the Secret Service’s founding in 1901.

Although heated debates have arisen over whether law enforcement observed Thomas Crooks, the alleged shooter, prior to him opening fire, rallygoers and law enforcement on scene admitted to seeing him entering the security perimeter with a rangefinder. Oddly, at least one Secret Service agent didn’t think it suspicious enough to detain him.

But whether Crooks was indeed the actual gunman or worked alone is beyond the scope of this article.

What’s essential is that Cheatle twisted protocol and endangered President Trump, engendering suspicion from Secret Service agents who still recognize Trump as the legitimate POTUS.

Our source said White Hats learned of Cheatle’s new orders through interviews with three Secret Service agents at the Pennsylvania campaign rally. Their depositions reportedly included phrases such as “told to hold fire,” “we were told Trump’s a traitor,” and “try negotiations instead of shooting.”

Real Raw News is awaiting actual copies of those depositions.

White Hats, especially General Smith, had deemed their testimony sufficiently trustworthy to issue a military arrest warrant for Cheatle, but he had postponed the operation until after she testified before Congress, as he wanted to hear what the witch had to say about the incident.

As expected, Cheatle deflected questions, answering nebulously, circuitously, or not at all in a last-ditch bid to save her job.

Her resignation Tuesday morning surprised the White Hats, who expected her to cling to her position with every ounce of strength.

But whatever vigor she once had fled her body the moment three SUVs carrying CID pulled in front of and behind the sedan that she and two Secret Service agents were driving along 11th Street just north of the Service’s D.C. headquarters, where Cheatle had been clearing out her belongings. The Secret Service agents immediately exited the vehicle, dropped their sidearms, and said they wanted no part in whatever might happen to Cheatle.

“She’s all yours,” they told CID. “We’re not involved in this mess.”

Since CID had no evidence against those specific agents, they released them unmolested before shoving a weeping Cheatle into the rear seat of an SUV.

Our source said White Hats have enough evidence to detain Cheatle indefinitely but will strengthen their case before chaperoning her to GITMO to stand trial.

“Still a lot of unanswered questions,” our source said.